
“A veces es complicado encontrar alguna añada clásica o antigua de una bodega reconocida o valorada. También hay mucha gente en la búsqueda de esas botellas, y evidentemente el stock es limitado. Pero, buscando e investigando todo o casi todo se puede encontrar. Ahora bien, el problema y/o peligros que existen es como ese vino se ha conservado, ¿por cuantos manos ha pasado?, ¿se ha mantenido en las condiciones óptimas de conservación? Pero bueno, al fin y al cabo es un riesgo que a veces debes asumir. Por ello, mejor contar con personas de confianza, que te puedan minimizar ese riesgo.
Como sumiller, poder compartir con un cliente una botella de un gran vino que sabemos que está listo para descorchar, y servir, ya sea solo o acompañando un plato es un verdadero placer y privilegio. Una de las complicadas tareas del sumiller, es tener la exactitud y sensibilidad de cuando decide poner fin a la vida interior de una botella, y contar con estos ´´ases`` en la mano, listos para emocionar al cliente es algo maravilloso, que no tiene precio.
Por otro lado, desde el punto de vista logístico de la bodega, según que establecimiento y espacio se tenga, es de una gran ayuda tener añadas para poder sacar al momento del stock, y dar entrada a otras.
La selección de grandes bodegas clásicas, así como la selección de buenas añadas. Una selección elaborada a consciencia, y con gran criterio, que define la línea de trabajo por la que va Vinotellers.”