Conviértete en un experto en vinos de añadas antiguas

¿Dejo que siga madurando o me la bebo ya?
Seguro que alguna vez, al tener ciertos vinos con capacidad de guarda en tus manos, te lo has planteado.
¿ Guardar o descorchar?
Ese es el dilema cuando tienes una buena botella de vino enfrente.
Dicen que el queso y el vino mejoran con el tiempo, pero, como las personas, no todos envejecen igual de bien.
Por eso, una vez que esa botella que has dejado durmiendo en tu vinoteca durante años ha alcanzado su esplendor, deberías, además de beberla, DISFRUTARLA.
Tu pasión
son los vinos
de añadas antiguas.
Y para que los disfrutes, este libro será tu manual de cabecera. Tanto si te consideras un hedonista, en busca del placer sensorial que te aportan los matices de un vino que se ha ido afinando con el paso de los años, como si eres un coleccionista y aspiras a seguir ampliando tu colección de botellas de culto, que cada vez resulta más difícil.
Acompañando estas páginas de una copa de ese vino que a ti te invita a paladear la calma …
Eliminarás tus prejuicios
hacia lo viejo
La mayoría de los vinos que puedes comprar están listos para beber y no es necesario que envejezcan.
Tú entenderás el por qué de lacultura de la guarda y del factor de la añada.
Tú entenderás el por qué de lacultura de la guarda y del factor de la añada.


Le darás valor a lo vintage
Sabrás cómo conservar tus vinos para que se afinen bien con el paso del tiempo y verás hacerse realidad la cava con la que siempre has soñado.
Conocerás relatos de vinos finos,
de antes y de ahora.
También las historias que se ocultan en el interior algunas botellas clásicas, y las de sus elaboradores, que te cautivarán en vivo y en directo en el salón anual de vinos en su apogeo.
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El descorche de un vino envejecido
ya no tendrá misterios para ti.
Y el hecho de disfrutarlo cuando ha madurado y se encuentra su mejor momento hará del hedonismo tu religión a partir de ahora.
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Puedes llamarme "cuentavinosviejos"...

Cris Silva (Barcelona, de la añada 84)
Amante del buen comer y de la buena mesa, los años viviendo en Francia transformaron para siempre tanto mi paladar como mi nariz. Fui sumiller en París en sala de bistró y de restaurante gastronómico, vendimié y vinificé en Champagne y Alsacia, me formé en la comercialización y en el négoce de la mano de un wine-merchant del Sud-Ouest y de una bordelesa, y me dediqué a recorrer las carreteras secundarias de Borgoña, el Loira y el Ródano para ampliar mis conocimientos en el mundo del vino.
Si compartes mesa conmigo, intentaré contagiarte mi francofilia comenzando por una copa de burbujas. Y te contaré un vino, porque hace muchos años que soy “cuentavinos” y “cuentavinosviejos” desde que empecé a mirar con otros ojos los vinos de añadas antiguas. Así comencé a construir una biblioteca de añadas para ponerla a tu alcance y disfrutar juntos de la cultura de la guarda.
Porque siempre hay una buena razón para brindar.